Desde Agua Prieta, Sonora vinieron a conquistar la capital y por ende la República Mexicana, un grupo de jóvenes intérpretes del innovador estilo musical desarrollado al norte en nuestro páis; Leopoldo «Polo» Sánchez, Tránsito «Frankie» Gámez, Luis «Lichi» García, Raúl «Cubano» Cota, Gilberto «Gil» Maldonado, así como los hermanos Arturo y Francisco Javier Durazo, unieron esfuerzos para adentrarse en el mundo de los reflectores a través de su talento, adoptando como nombre para tales efectos, las siglas de su lugar de origen: Los Apson, quienes a su llegada, después de un largo camino, no les fue fácil conseguir oportunidades y debieron tocar varias puertas antes lograr un contrato con la empresa discográfica Peerles, sello que a través de su línea económica Eco, editó durante 1963 sus primeros acetatos: LLEGARON LOS APSON y BAILANDO Y CANTANDO CON LOS APSON, el primero, conformado solamente por temas instrumentales, no logró el impacto esperado, sin embargo, el segundo tendría muy diferentes resultados, con temas como «Popeye» «Upupudu» «Sueña dulce nena» «Señor apache» «El cartero» y principalmente «Anoche me enamoré», alcanzaron súbitamente el anhelado triunfo, motivando con ésto, la producción de tres LPs más durante 1964: ATRÁS DE LA RAYA, EL BARBA AZUL y MÁS ÉXITOS DE LOS APSON; los temas mejor difundidos de los dos primeros, fueron sin duda alguna, los que dieron título a los vinilos, acompañados por otras pegajosas tonadas como «Cuando era un jovencito» «Topeti el marciano» «Otro beso más» «El marcianito Bzz Bzz», en tanto que las mejores cartas del tercero fueron: «Y la quiero» «Aleluya» «Tu seguro servidor» y «Me siento 37» . . . Para cuando comenzó el año 1965, todo hacía suponer que las cosas dentro del equipo marchaban sobre ruedas, resulta que no era así, problemas internos o bien por inquietud del mismo Polo, terminó separándose para poco tiempo después probar suerte como solista, sinceramente no sabemos en cuales temas de los tres Larga duración grabados en ese año participó, el caso es que comenzó su propia aventura, ahora la cobertura de largas horas dentro de la programación de diferentes radiodifusoras, eran representadas por «Dime porqué» «Triste luna» «Por eso estamos como estamos» «La pócima de amor» Cuqui» «Teléfono ocupado» «Satisfacción» «Voy por ti» «Se me cebó» «Por tu amor» «El fin del mundo» «Decepción», cierto es que la fama que adquirieron los convirtió en su momento en la mejor sociedad de la música juvenil en México, situación bastante complicada de sostener, ante la incursión en gran número de grupos, muchos de ellos provenientes de zonas fronterizas, dedicados también a realizar sus propias versiones a la abundante cantidad de éxitos importados, convirtiendo el medio artístico en una batalla campal por sobresalir, estamos hablando ya de 1966 y tanto Los Reno, Los Tijuana Five, Las Ventanas, Los Jets de Nogales, Los Matemáticos y Los Seven Days entre otros, reclamaban su parte del pastel de la fama . . . No obstante Los Apson continuaron cosechando aplausos, aunque no abrumadoramente pero al fin aplausos, con algunas melodías de sus subsecuentes Discos, encabezadas todas ellas por «Fue en un café» «No hay amor» «Fuiste a Acapulco» «Ya no hay Beatles» y «Desilusión», careciendo de la fuerza suficiente para sostenerse, finalmente se doblegaron ante la tempestad, producida por la llegada de grupos más fuertes como Los Hitters, Los Belmonts y Los Rockin’ Devils, que terminaron por imponerse pues el tiempo no pasa en balde y el show debía continuar.