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LA OLA INGLESA [Parte II] — 6 comentarios

  1. Buenas tardes. Ahora veo que hubo grandes intérpretes en esta invasión musical y que de una u otra forma, llegó al país procedente, como de costumbre, del vecino país. Recuerdo con nostalgia algunas jóvenes que conocí en mi juventud y que por su edad andaban digamos trastornadas con estos grupos. Ocasionalmente escuchaba en las estaciones Radiofónicas algunos de estos temas y la verdad es que acá, hasta el más ilustre desconocido se hace famoso. En fin, cosas de la mercadotecnia. Recuerdo algunos temas como: She´s not there, silence is golden y Wild thing. Todo esto lo tengo tan presente pues era lo que se escuchaba en los pasillos y salones de clase en la preparatoria. Dejé de escuchar las estaciones de la Radio que anteriormente había sintonizado con tanto ahínco; debido a un gran compromiso que tuve que afrontar por dar gusto a mi padre, pero esa es otra historia. Desde mi preparatoria y gracias a los ex compañeros que tuvimos que compartir las aulas y a las múltiples ocasiones en que nos reuníamos para estudiar y resolver tareas. Al final de la jornada todos llevaban sus discos (los que tenían) y la reunión cerraba con broche de Oro, escuchando música, las chicas muy amables preparaban sandwiches y algún entremés, refrescos, café o té y al final todos a volar a sus casas. NO había forma de ir a otro lado a seguirla, pues el dinero escaseaba y apenas teníamos para el camión, pesero o bien trolebús o tren eléctrico. Excompañeros del SMN 35 División, 352 Regimiento 1er. Batallón y primera compañía; también nos acercábamos a platicar a la hora del «Rancho». Algunos llevaban sus radios de transistores y plácidamente escuchábamos estos temas. En dos o tres ocasiones, un ex compañero de apellido Judíco, nos invitó a su casa, allá en el hermoso Coyoacán, a departir los alimentos después de haber salido del campo de entrenamiento. El cual estuvo ubicado, atrás del colegio Franco Español. El caso es que compramos chicharrón, carnitas, tortillas, nopales compuestos, guacamole, refrescos, una bolsa de hielo y comimos. Muy amena la reunión pues aparte de ser el anfitrión, nos deleitó tocando el piano que había en su domicilio. Él como todos los jóvenes que asistíamos cada domingo a cumplir con el deber de todo ciudadano. Así me tocó vivirlo.

    Gersio dijo:
    Que bueno que nos queda la música, para recordar esos momentos que ya no podemos regresar, pero siempre, podremos tenerlos presentes, en nuestra mente y en nuestro corazón.

  2. Buenas tardes Gersio, aunque nunca he escrito un comentario, le aseguro que tengo años visitando su página. No se me facilita hablar de mi vida, ahora es importante porque por vez primera, usted utilizó un artículo para hablar de varios grupos y eso lo hace más dinámico, porque sólo menciona lo esencial de cada uno y ahora si, podrán ustedes hablarnos de quienes solamente dieron un campanazo, quiero decir, un sólo éxito y de los cuales sabemos que hay muchos.
    No dejen de hacer esto, les aseguro que más adeptos se unirán a quienes estamos atrapados en Tal como lo vivimoS

    Gersio dijo:
    Efectivamente Sr. Arzúa, captó rápidamente el objetivo de este artículo, así podremos abarcar a quienes no tuvieron tanta suerte para colocar éxitos, pero a quienes hoy recordamos a través de «un campanazo» como bien menciona . . . Gracias y hágase presente más seguido, sería muy grato saber más de usted.

  3. Me encantó este artículo, no sé si por la música pero algo tiene de especial, nací en 1949 y las canciones que nos comparten, fueron parte de mi vida misma, «El silencio es oro», me la dedicó mi mejor amigo, después me enteré que él se había peleado con mi novio porque me había engañado y aprendí que vale mucho más un buen amigo que 20 malos novios. Gracias Jorge, dondequiera que estés y muchas gracias a ustedes por llevarme hasta mis 18 años.

    Gersio dijo:
    No ha de ser tan largo el viaje, cuando lo recuerda tan detalladamente, todos tuvimos alguna vez 18 años . . . Pero no todos tuvimos un gran amigo con la fortuna de usted Srita. Romero . . . Gracias por participar con nosotros.

  4. Una vez cumplido con el SMN y liberada mi cartilla, ya se había conseguido obtener este documento que era indispensable para pedir trabajo a donde quiera que se fuese a solicitarlo. Era ya 1967 cuando escuche la canción «Wild Thing» y buscando empleo encontré en el periódico ( el que dice lo que otros callan), que estaban solicitando jóvenes de 18 años, sin compromisos, sin experiencia y dispuestos a viajar. Interesados presentarse en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, oficinas de reclutamiento del mismo. La oferta era tentadora 80 Dollares diarios, y en aquel entonces el tipo de cambio, creo que era de $ 12.50 pesos por dollar, nada menos que $ 1,000.00 pesos diarios; era tentadora e insuperable la oportunidad de ganar dinero y empezar a ser independiente económicamente hablando. Sin pensarlo al día siguiente me dirigí al citado lugar llevando consigo: solicitud de empleo requisitada,dos fotografías, copia de Comprobante de estudios, cartilla del SMN (liberada). Recuerdo que llegue en trolebus que pasaba frente al domicilio donde vivimos en la Col. Portales. Dice el refrán que preguntando se llega a Roma, hubo alguien que me orientó y busque la oficina…¿cuál fue mi sorpresa? que al llegar a ella, reconocí a un teniente instructor de vuelo del colegio del aire, el estimado «Caye», que de inmediato me reconoció y me dijo ¡Quiubo Toño! ¿qué haces por aquí? y la respuesta fue obvia: vengo a ver el anuncio del periódico; estoy buscando empleo. Me miró por unos segundos – y me dijo te voy a dar un formato de solicitud para que lo llenes y me traes aquí a esta oficina. Vete afuera a donde esta la zona de visitantes; y en cuanto termines acá nos vemos. Le di las gracias y me fui a requisitarla. Toda la información venía en Inglés, no entendí de momento; pero gracias a que se comprendían bien los datos terminé. No recuerdo cuanto tiempo me llevé por fin la termine y me regresé a buscar al gran amigo «Caye». No encontraba la oficina pues no había ningún letrero que indicara su ubicación. Tocando cada una de las puertas que había en ese pasillo largo y semi oscuro, por fin salió un policía de servicios; y le pregunté por la oficina de personal, pues ya había terminado de llenar la solicitud y necesitaba entregarla como me ordenaron. De pronto lo vi medio nervioso y se tranquilizó casi de inmediato. Me dijo mira muchacho el personal ya se fue, ven mañana y la entregas. O bien déjala por debajo de la puerta. Ellos te hablarán. Así lo hice, la dejé por debajo de la puerta y me retiré. Nunca tuve respuesta a mi solicitud. Se había perdido la oportunidad de ganar un muy buen sueldo. Recuerdo haber reconocido a los aviones de carga llamados «Hércules» y haber visto a una gran cantidad de muchachos corriendo en grupos denominados secciones y descalzos. Se veían con uniformes camuflados y usados. En ese entonces las canciones como «Silence Is Golden» estaban sonando muy fuerte en la Radio,así como la citada anteriormente. Poco después me enteré que el personal reclutado era enviado a Viet Nam a luchar en contra del Viet Cong. Cierto día llamaron al zaguán de la vivienda y mi madre fue abrir, tardándose mucho tiempo para regresar a sus labores. Creo que le hablé dos veces para que regresara a la vivienda. Noté a una mujer vestida de luto, que lloraba desconsolada. No me extrañó mucho pues a cada rato había personas que andaban pidiendo ayuda por alguna necesidad y mi madre siempre fue muy caritativa y aunque fuera con poco dinero ayudaba a quien lo necesitaba. Recuerdo que se me hacía tarde para irme a la escuela; no comí porque se le había hecho tarde para hacer la comida. Posteriormente ya en fin de semana me acordé de este hecho y le pregunté a mi madre – Mamá – ¿qué quería la persona esa que tocó la puerta?… en su característica de ser medio me dijo: ¡ Ah, no nada ! ¿ cómo y para eso perdiste tanto tiempo, por nada? y no le quedó de otra que decirme: Era una pobre señora que andaba pidiendo ayuda para hacerle misas por el descanso eterno del alma de su hijo. Y antes que le dijera otra palabra, me explicó que le había enseñado una condecoración y una carta donde le informaban que su hijo había muerto en Viet Nam. Y en ese momento me recordó lo que había visto en el aeropuerto. Así me tocó vivirlo.

  5. Que hermosos recuerdos, yo tenía 16 cuando «El silencio es oro», no sabía lo que decía pero me gustaba mucho, la realidad es que esos años 60’s fueron una maravilla, claro, tal vez pienso así porque yo era una jovencita, hoy no lo soy pero al recordar esos tiempos, me sentí bien nuevamente y me identifiqué con su sitio. Muchas gracias Sr. Gersio.

    Gersio dijo:
    Nos satisface haberla complacido Srita. Zambrano, bienvenida a la comunidad de La Juventud . . . Acumulada ¡Claro está!

  6. Es cierto, no me di cuenta de lo que dicen, es el primer artículo que habla de varios artistas y la verdad, deberían hacerlo más seguido, lo importante es lo que hicieron y no donde nacieron . . . Perdón es una frase hecha, en todas partes nos dicen donde nació cada uno de los que alguna vez integraron las agrupaciones, aquí nos ahorran brincarnos esos renglones y desde que iniciamos la lectura, comienza la música.
    Muy agradable lugar, gracias por compartirlo.

    Gersio dijo:
    Por supuesto que continuaremos haciéndolo Sr. Espinoza, gracias por dejarnos saber su opinión, es importante para nosotros . . . Saludos

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