Las cosas no fueron fáciles para muchos jóvenes que se encontraban ávidos de participar en el movimiento musical que finalmente terminó modificando las costumbres conservadoras, la llegada del Rock ‘n’ Roll a México tuvo infinidad de obstáculos y contratiempos, fue realmente difícil imponerse a la población adulta y más aún, tratándose de nuestros propios padres y en consecuencia, las autoridades y políticos del país, no obstante comenzamos a conocer algunos elementos que poco a poco destacaron en representación de la llamada «Nueva Ola» y entre ellos encontramos a Las Mary Jets, Los Locos del Ritmo, Los Rebeldes del Rock, Los Crazy Boys, Los Black Jeans y otros ídolos de la juventud, de quienes ya hemos hablado en Tal como lo vivimoS . . . El apartado que nos ocupa y que iniciamos con el presente artículo, lo dedicaremos a todos aquellos, sea agrupación o solista, que no fueron tan afortunados como para continuar vigentes dentro del espectáculo pero sin embargo, contribuyeron con su esfuerzo para lograr imponer las condiciones . . . Algunos más, otros menos pero a través de sus grabaciones, escribieron sus nombres entre las inolvidables páginas de los años dorados del Rock en español.
Los Viking Boys tuvieron la mala fortuna de ser contratados por Discos Orfeón, empresa que tuvo todo para adueñarse del incipiente mercado, toda vez que dentro de sus filas desfilaron importantes personalidades del movimiento pero la falta de confianza en la juventud, no les permitió explotarlo en su mejor momento, el caso es que para Miguel Almaguer (Requinto), Manuel González (Acompañamiento), Ramón González (Bajo), Antonio Peniche (Piano), Dino Flores (Batería), así como para el cantante del grupo Marco Antonio León, la visión de estos «Genios» los llevó a ser parte de Discos Maya, su línea más económica y con el infortunio de que a otro «visionario» se le ocurrió editar su único LP con un casco vikingo en la portada, en vez dar crédito a los músicos, naturalmente, la promoción brilló por su ausencia, lo que no impidió que destacaran con el tema «Rebeldita», acompañada del mediano éxito logrado con «Mi querida Susy», canción escrita por Robin Luke con traducción de Marco León, mismas que fueron complementadas posteriormente por el contagioso Twist «Bopelina», por mi parte, les recomiendo escuchar la rítmica interpretación que lograron para «A todo dar», tonada que cerraba el lado «A» del comentado LP.
Las Hermanas Esqueda, Laura, Teresa y Socorro, decidieron formar el trío a finales de la década de los años 50s, comenzando actividades cuando se encontraban establecidas en la Colonia Guerrero, Polydor fue el sello discográfico que les brindó la oportunidad, toda vez que su versatilidad les permitía interpretar diferentes géneros, pero fue con arreglos juveniles con los que alcanzaron el reconocimiento, al igual que muchos de ustedes, recuerdo haberlas escuchado con el famoso tema de Leiber y Stoler «Café express», tenía poco de haber cumplido 15 años, por lo que calculo que fue por ahí del mes de octubre de 1962 y por las mismas fechas pusieron de moda su versión para «Chatanooga Twist», que tuvo fuerte competencia con la grabación de Los Loud Jets y tan sólo algunos meses después sonaban nuevamente con dos tonadas similares, al menos así las he relacionado siempre porque fueron popularizadas en el vecino país del norte por grupos vocales femeninos: «He’s so fine» con The Chiffons, conocida aquí bajo el título «Sólo tu» y «Da do ron ron» con The Crystals, traducida como «Mi corazón latió» acaparando con todas ellas la atención de los radioescuchas, especialmente dentro del ámbito estudiantil . . . No tuvimos noticias de ellas hasta 1966, cuando lograron sobresalir moderadamente con dos temas producidos por Discos Peerless «Soy un creyente» y «Para mi cumpleaños quiero un Beatle», no conocimos grabaciones posteriores y aunque durante todos los años de la narración, estuvieron muy activas con presentaciones en diversos Centros Nocturnos, perdimos la pista después de 1967, por lo que suponemos se alejaron del ambiente artístico.
Los Sparks fueron en nuestra opinión, los menos afortunados del presente segmento y se integraba inicialmente por Armando Tenorio, Ricardo Delgado, Lalo Toral y Fito de la Parra, grabaron unos cuantos sencillos y para nuestro juicio fue la rítmica «Oh boy», lo selecto de su exigua discografía, aunque tal vez la mejor difundida y por consiguiente, la más conocida fuera «La borrachita», ambas melodías incluídas en aquel clásico LP de color rojo, editado por Discos Columbia con la leyenda al centro ROCK ‘N ROLL en letras blancas que ocupaban toda la portada y cuyo título se complementaba en la etiqueta del propio acetato con la frase «Los éxitos de 1961 con las estrellas de 1960», inolvidable disco ese, del cual insertamos la portada para refrescar la memoria, por si no pude expresarlo correctamente . . . Los temas «Cartas de amor en la arena» y «Poesía en movimiento», fueron opacados por las grabaciones para Orfeón por parte de Los Rebeldes del Rock y César Costa, respectivamente, dejando solamente un par tonadas para sobrevivir la víspera «Chico loco», y «Una vez» traducción para Sugar shack de Jimmy Gilmer and the Fireballs . . . Más adelante y ya grabando para la empresa RCA Víctor, acompañaron a Fabricio en algunos de sus temas para poco tiempo después desintegrarse, más no así el sueño de quienes dieron vida al equipo, ellos continuaron el camino, emigrando a otro grupo e incluso a otro país para seguir realizándolo.